Son las fantasías que de modo premeditado o no, nuestra mente genera. Viene muy bien, en su dosis adecuada, claro está. En negativo: generan una falsa euforia que nos puede llevar al hostión sin aviso previo.
Un caso: ayer hice dos diez miles. Alas 9.15 en unos 53 min y a las 11.30 en torno a 49 min. Ambas carreras enfocadas con tranquilidad y en los dos casos con cuestas y cuestas... Resultado: no hay daños colaterales. Hoy puedo salir a correr. No terminé fundido ni mucho menos. Ergo, el MAM es mío...
¡Una leche! Sé que voy a sufrir como un perro. Sé que las voy a pasar canutas. Pero todo ello forma parte de mi vida. Nunca tuve regalos. Los logros fueron y son con extraordinario dolor y sufrimiento. Se aproximan tiempos muy duros. Momentos difíciles y dolorosos el próximo mes. Apretemos los dientes. Todo pasa y el horizonte lejano es bellísimo.
¡¡A POR ELLO!!
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